Pasear a un perro viejo es seguirlo pues no te huele ni te escucha
e ir detrás de lo que es tuyo
de algo que te quiere porque lo alimentas
desalienta
Todo para evitar la celda que se ha transformado esta casa
los vasos quebrados y las colillas arrumbadas
de la fiesta que apostaste la vida a perder
el corazón empero late tal como la cabeza abombada
la garganta seca, casi peor que el bolsillo
La ausencia de los amigos que siempre están lo suficiente
que además se quedan demasiado
como el mal vino en el paladar
los desamores en la mente
y en el catre
de los huesos arrumbados en la sábanas
amor dilapidado en las insaciables fauces de la codicia
del acuerdo lúbrico
prostitutas no asumidas de tales
personas no conscientes de tales
La fiesta a que deberías llegar una hora después
o irte una hora antes
ese trago que deberías haber dejado a medias
Tras los besos interesados
que sin embargo sonríen y seguimos como a un perro viejo
tras lo nuestro para justificar el gasto
No hay comentarios:
Publicar un comentario