lunes, 17 de noviembre de 2008

GOTARIO


Y, con todo, el cuerpo es un lugar donde nada muere
Paul Auster


temprano todos los días
las horas caen mudas
en el orden exacto en que fueron creadas
otros esos que hemos visto de reojo
aceleran el reloj y de vez en cuando
el mundo se vuelve loco
trasnocha cada vez más seguido
lame fisuras en cada cuerpo
en cada mitad de cuerpo

el tiempo duele al contar de los minutos
erosiona paredes
camas baúles almas
que se partirán en dos algún día

no tenemos certeza del tiempo
que nos rebota vibora entre los ojos
cerramos párpados esperando que
se detenga el huracán de segundos

al anochecer
cuando al fin el mutismo resurge
en todos los rincones
el reloj se detiene
en ésta hora equívoca

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